¿Feedback? O te echo

¿La obligo? ¿O la echo? 

Parecería que estoy exagerando, pero ese es de hecho el punto al que llegué. 

Empiezo con un poquito de contexto:

El feedback para mí es la herramienta más importante de crecimiento profesional de una persona y de una empresa. Decir que es absolutamente clave, se queda corto.

Este año solamente, llevo trabajándole a un ensayo del tema algo así como 6 meses. Voy 6 años pensándole si contamos desde que se me ocurrió la idea la primera vez. 

El objetivo simple: Aprender a dar feedback. 

Mi hipótesis es que si logro escribir, de la forma más clara posible, lo que he aprendido sobre dar y recibir retroalimentación, y cómo aplicarlo en la vida laboral, me voy a quitar un peso de encima.

Este es un tema que consume mis días. Le he pensado TANTO de hecho, que hasta me inventé un framework resumido cual consultor, para hablar del tema con ejemplos y todo. Si te da curiosidad aquí hay un video de 3 minutos que lo explica.

El problema de los frameworks, y el motivo por el que me burlo tanto de la gente que los usa como palabra santa, es que todo suena muy bonito en el papel, hasta que uno lo tiene que aplicar y las cosas no resultan cómo uno quiere. 

Cuando alguien me dice: 

“Aja y si ‘hago todo perfecto’ y le doy a alguien retroalimentación desde la bondad, y enfocado en su crecimiento y no cambia el comportamiento qué hago?”

Siempre respondo lo mismo:  “Sigues tratando, no hay de otra.” Seguido de “Si querés ser un líder de verdad, necesitas lograr que la persona te escuche” 

Te imaginarás mi frustración, cuando después de un mes de intentos que una pupila mía, que trabaja conmigo todo el tiempo, no cumpliera con la tarea que estaba pidiéndole que hiciera: “dar un feedback directo y por escrito” 

No sabía bien qué hacer. La ironía de esta situación, es que este personaje no tiene ningún problema ‘parándosele a la autoridad’. Es más, la semana anterior, después de hacerme un desplante me salió con esta joya “yo no es que te irrespete, yo te tengo un diferente tipo de respeto”. 

Pues sí que con todo y su actitud descarada, a la hora de darle feedback a su jefe, se poposeaba. 

Le dije una vez “dale feedback”

“Sí! Lo juro, te lo juro que lo voy a hacer, mañana le digo” respondió ella. 

“No no no no señorita, en esta casa, digo en esta empresa, se da feedback por escrito. Así que me hace el favor y lo escribe”

“Uuuuuush, pero por qué por escrito, que gono” → esto es un coloquio de niña fifi que significa me cuesta, 

El motivo de por qué dar feedback por escrito, es porque le baja a la emoción, obliga a la elocuencia, y es un regalo que sigue dando y dando. 

Yo por ejemplo, soy bastante bueno para hablar y malito para escuchar. Entonces cuando me mandan un feedback por escrito, medio lo entiendo la primera vez que lo leo, pero como un buen libro, con cada nueva lectura descubro cosas, y a la 4ta o 5ta interiorizo lo que me están diciendo. 

Pues sí que la pupila, después de jurar y rejurar que lo iba a hacer, pasó una semana y no le dijo nada al  jefe, y menos por escrito. 

“Pero lo intenteeeeeee” decía. Aún cuando estabamos en video-conferencia, se podía percibir un hedor parecido al que tiene mi hija cuando necesita cambio de pañal. Si no se entendió la referencia, significa que esta mujer ‘estaba cagada del susto’

Daniel: “¿Cual es el problema? ¿Qué, te va a pegar? ¿Qué te va a pasar?”

Pupila: “No pues obvio no me va a pegar”
Daniel: “¿Aja y entonces?”

Pupila: “¿Que tal lo que tome mal? ¿Que tal que me diga algo?”
Daniel “Ah te va a morder, claro, te entiendo”

Pupila: “Bobo”

Daniel: “¿Bobo? ¿Me dijiste bobo? Ubícate”

^Cada de vez en cuando, se le olvida que está hablando con el jefe de su jefe. 

Ahora imagínense el nivel de hipocresía que sentí. 

Yo como el cretino que se la pasa hablando públicamente de retroalimentación y hasta inventándome frameworks y recibiendo felicitaciones de lo crack que dar feedback y no logra que su pupila siga el consejo. ¿Consejo? Cual consejo, la orden que le di. 

Más aún, no es como que no me ha visto haciéndolo. Trabajo todo el día con este personaje. Le hago ‘role modelling’ (eso es mostrar el comportamiento) hago lo que digo y digo lo que hago y aun así, le podía más el miedo que otra cosa. 

Ahí ya me empezó a invadir el miedo fue a mi.

¿Han visto esas situaciones, donde una cosa chiquita uno se la imagina en el futuro como la fuente raíz de todos nuestros fracasos? Bueno en mi profundo desespero, pensé “a esta mujer jamás le voy a poder soltar un equipo, porque si no aprende a dar feedback en situaciones de bajo riesgo, imaginate cuando tenga que alimentar unas crías, o sea la diferencia entre tener trabajo o no, cuando tenga que despedir a alguien? 

Respiré profundo, y para mi sorpresa se me ocurrió una gran idea, recuerdo que era excelente, pero estaba trasnochado y me quedé dormido antes de escribirla en algún lado, entonces se me olvidó. 

Al otro día se me ocurrió otra idea. Es de los creadores de aquí las cosas se hacen “porque yo soy su papá.” y decidí rendirme, la obligué.

“Vamos a hacer una cosa. Hoy es jueves, Si el martes no le das feedback a tu jefe – martes a las 3 de la mañana, no le has dado feedback, te voy a reducir el salario 10% por cada dia que no se lo des”

“es eso legal?” pensará más de uno. La verdad no sé, y no averigüé. 

“UUUUSSSSSSSH, esto es coerción, peor es manipulación” dijo la pupila. 

Le dije: “no sobrina, manipulación es cuando uno afecta el otro sin que se de cuenta, yo aquí te estoy afectando de frente, si algo esto se llama agresión.” “Si querés la otra semana me das feedback por escrito de cómo lo que estoy haciendo esta mal” 

Me miró achicando los ojos, cómo tratando de descifrar si yo estaba hablando en serio, y me quedé mirándola con una cara fija y sin expresión, la cual ella interpretó cómo ‘uy mk es en serio.’ 

Pues sí, que pasó el viernes, sábado, domingo, y yo estaba ya más tranquilo viéndole el lado bonito, me iba a mejorar significativamente el presupuesto de mi equipo de growth – ‘mentiras, esta mujer no gana nada todavía’, pero si me iba a ahorrar unos pesos. 

El lunes en la noche, dilatándolo hasta el último momento, me escribe. 

“Esto es muy duro! No no no no no qué estrés, no pude dormir, que duro, bueno lo hice. 

“Aquí está el documento, lo lees please? Apenas lo leas lo voy a mandar”

Aquí me arriesgué un poquito. “What? No, por qué lo iba a leer?” Abrí el archivo, y sé que lo debí haber leído, pero empecé y era una retahíla tan grande que me dio pereza. Además yo sé que su jefe recibe bien feedback, entonces el drama de la consecuencia era más en su cabeza que otra cosa. 

Un aparte. 

Mientras escribía este ensayo, la querida pupila me interrumpió. Aproveché para mostrarle el ensayo y con desaprobación me dijo:

Pupila: “La gente se va a dar cuenta que no se dar feedback.”

Daniel: “¿Noooo jodas? ¿Te parece?”

Daniel: “Agradece que no les muestro la primera website que me hiciste, eso sí sería grave, esto no, casi nadie sabe dar feedback, relájese.”

Pupila: “Pero escribe la verdad. Al final tienes que decirles que le di un gran feedback, y darle un happy ending a la historia. Mi jefe me agradeció y yo aprendí. ¡Muestrales que yo aprendí!” dijo victoriosa (según ella)

Por un tiempo esto fue verdad. Efectivamente, le dio feedback por escrito y después lo hablaron, obviamente su jefe lo recibió super bien, y no le pegó (imaginate mi shock) [esto es sarcasmo por si te cuesta seguir el hilo]

Pero como de lo bueno no dan tanto,  2 meses después (la semana pasada) se vio en la necesidad de dar feedback otra vez a otra persona, y adivinen que pasó? 

Me disculpo, no les voy a contar. ¿Por qué? porque a veces, en la vida, uno no obtiene lo que quiere.

Como yo, por ejemplo, no he podido lograr que mi equipo dé feedback consistentemente, y ustedes en esta ocasión se quedaran con la intriga sobre qué pasó. 

Esto sí, sigo probando estrategias para que mi equipo cercano, y el lejano y muy lejano decida dar feedback, de pronto con este ensayo una sola persona (tú querido lector) se anima a enviarme feedback por escrito sobre lo mal que manejé esta situación, y además se arriesga a hacerlo con alguien más. Prometo que más veces que las que no el resultado va a ser positivo. 

Si les causa curiosidad quién es la pupila en cuestión, no es difícil de adivinar, pídanle que les cuente su versión, o mejor! Que escriba un ensayo a ver si se acostumbra a dar feedback por escrito.  

Fin.

(Intencionalidad) P.d. las identidades de las personas de este escrito no fueron protegida adrede

(chiste pero verdad) P.d.2. La interacción aquí descrita es 100% verídica, y lo tengo en VIDEO de zoom, si me empiezan a calumniar y a decir que no es verdad, lo busco. 

(No es tan grave) P.d.3. A pesar de su incapacidad de corto plazo de dar feedback, este personaje está haciendo un buen trabajo, pero le tiene todavía miedo a la vergüenza pública. Este ejercicio la ayudará, espero, a dejar la pendejada. 

(quejas y reclamos) P.d.4. Si les parece que esto es abuso, este es el teléfono del protector del trabajo 1+800+555-madura.